viernes, 26 de julio de 2013

Guía rápida sobre cómo construir un centro de transfusión de sangre, paso a paso. (II)

 
CUARTA SEMANA: 22/07/2013-26/07/2013




Al llegar por la mañana ya habían desencofrado todos los laterales de la segunda planta. Estaban poniendo la armadura de la fachada y de los pilares, así como el encofre de los mismos. Los bosnios ya han vuelto del funeral.




Por cierto, no os habéis preguntado cómo diablos hacen los pilares tan rectos y verticales? Es decir, un error de un grado en la primera planta podría suponer un buen desfase después de 6 plantas. Bueno, aquí la respuesta montenegrina. Una especie de péndulo, con forma de cono en un extremo, y una tarjeta de metal en el otro, unidos por un cordel. La mitad del lado de la tarjeta de metal es igual al radio de la base del cono. De tal forma que lo ponen para medir cualquier mínima variación del panel de enconfre vertical, y si existe dicho desfase, con una especie de gato anclado al suelo y al panel, lo equilibran.



Siguen sin poner medidas de seguridad para evitar accidentes relacionados con caídas en altura. Ni vallas, ni trabajadores con arneses, ni redes de protección... Aunque sí es cierto que, en todo este tiempo, no ha habido ni un accidente, pero el riesgo existe y es constante; además, más vale lo cortés que lo valiente. 





Poniendo las armaduras de los pilares. Veis  dónde está la pata del andamio?



Acabo de leer la recapitulación de los materiales a utilizar para saber cuánto hormigón  ponen en la obra. Después de sumar los 25 apartados relacionados con el hormigón, da un total de 1438.71 metros cúbicos.

Al final del día, pusieron hormigón en los pilares y paredes que habían terminado de encofrar ese día. No es mucho peso, pero el hormigón del suelo de la segunda planta era muy joven (apenas dos días), y no pude evitar una sonrisa al recordar los dibujos y explicaciones de Don Enrique Hernández Montes, mi profesor de hormigón, hablando de "lo fastidiao que está el tío que de encuentra dentro del hormigón, soportando el peso X{ ".



Aproximadamente a las 18 horas de verter el hormigón en los pilares, ya habían quitado el encofre de estos y estaban regándolos. El trabajo seguía consistiendo en lo mismo (obviamente), encofrar los pilares, verter el hormigón, y una vez vertido equilibrar los mismos. Sobre las tres de la tarde trajeron una retroexcavadora para hacer más la zanja que rodea al edificio y así poder encontrar una de las tuberías de desagüe del subterráneo. 


Quitó mucho material del suelo, pero llegó un punto en el que necesitaban un cabezal de martillo hidráulico porque a cuatro metros de profundidad (solo 4 metros) el suelo era tremendamente duro.


A la mañana siguiente, trajeron otra retro con el cabezal del martillo pilón para picar la roca. El trabajo lo hacían conjuntamente las dos retroexcavadoras, primera una picaba el suelo, se retiraba, y la otra retiraba el suelo con la pala. Como ya no hacía falta verter más material en la zanja, lo cargaban en un camión y éste lo descargaba en otra parte del edificio.

A modo de curiosidad, el operario de la retro me ofreció enseñarme a manejarla. Por supuesto le dije que sí, así que me metí en la cabina, introduje la llave y encendí la máquina. El operario no hablaba nada de inglés, pero él movió los joysticks y yo pude ver qué tipo de movimientos hacía y memorizarlos. Tiene dos joysticks y dos pedales. Cada pedal es para cada una de las dos cadenas y tiene marcha atrás y marcha hacia delante. El joystick izquierdo, moviéndolo para la izquierda y para la derecha hace girar la cabina en un sentido u otro; hacia delante y hacia atrás hace mover el brazo hacia arriba o hacia abajo. El joystick derecho hacia arriba o abajo, mueve la pala (como si fuera el movimiento de la muñeca de la mano); y hacia la izquierda y la derecha hace mover la articulación del brazo. Con estas breves lecciones, me puse a remover una parte del suelo, hice un pequeño socavón, cogí tierra de aquí con la pala, la puse allí, la levanté, la tiré por los aires... En fin, muy divertido y muy contento por haber manejado tal máquina.


Una vez terminada la excavación de unos cinco metros de profundidad (destaca la zanja porque aquí la palabra entibación no creo que exista), han puesto una cajeta de encofre para hacer la cimentación o el apoyo de una parte del sistema de saneamiento. 


Aquí podéis ver la profundidad de la zanja:


Una cosa que me ha llamado la atención es que aquí no saben lo que es un pilote o un micropilote (y mira que he intentado explicárselo al ingeniero Ivan)... Vamos, que ni idea de cimentaciones profundas, dicen que su suelo es muy duro y resistente (y supongo de alta cohesión, gracias a los profesores de Geotecnia, Don José Santos, Don Juan Carlos Hernández Garbayo y Don Juan Carlos Hernández del Pozo por los conocimientos que me enseñaron 
δ'= γδka-2c(sqrt(ka)) ) y no les hacen falta ese tipo de estructuras. De hecho, aunque no lo he visto, pero el edificio no lleva ni losa (al menos lo que yo conozco como losa), simplemente una red de hormigón con armadura longitudinal, transversal, a punzonamiento y a cortante.

Durante toda la mañana hemos hecho las órdenes de las barras de acero, que hacen falta cortar y doblar para las vigas de la tercera planta. Los operarios ya han empezado a poner las picas de sujeción para ir empezando a poner el encofrado de dicho piso.

Al día siguiente, Viernes 26 de Julio, estaban encofrando pilares y el hueco del ascensor, éste era muy difícil y tedioso de poner porque la pared no es muy gruesa y tuvieron que armar los andamios cuidadosamente sobre las escaleras.



 Al final del día, como casi al final de todos, vino el camión hormigonera y vertieron el hormigón en la pared del hueco del ascensor y en los pilares que tenían listos. No pude verlo porque no me dejaban subir mientras echaban hormigón en el hueco del ascensor.

Ivan se había cogido vacaciones hasta el Jueves, así que le dije que me dejase trabajo por hacer los días en los que él no estuviera (la comunicación con Shanka, la otra ingeniera, es casi nula). Así que me dejó un papel un papel en el que había escrito siete vigas y dos pilares que aún había que armar. Me dejó también escrito la referencia del proyecto en el que podía encontrar los planos de la armadura. 


QUINTA SEMANA: 29/07/2013-02/08/2013

Nada más llegar, desayuné el maravilloso y original desayuno (pan con embutido, como siempre) y un plátano que me traje de casa, sabiendo lo que me esperaba. Después de desayunar me puse manos a la obra con las armaduras que Ivan me encargó. No he tardado mucho en hacerlas. Después de comer supervisé que las armaran correctamente.

Han colocado la armadura de una viga de 12 metros (12 metros!), aunque esta tiene tres apoyos, hay tres vigas de 12 metros. Primero la han armado en el suelo y después, con la ayuda de la grúa, la han puesto donde correspondía.



Mientras unos operarios montaban vigas, otros se dedicaban a poner las "guías" de madera sobre las que van a ir las vigas. 

Hoy ha hecho 46º C de temperatura, yo no sé cómo aguantan los trabajadores...

Al llegar por la mañana al trabajo, Senka se había ido a una reunión en FIDIAS, así que yo era lo más parecido a un ingeniero en la obra. Recuerdoque Ivan me dijo que si quería podía supervisar el Martes a los operarios, pero creo que no le entendí bien, así que creo que quiso decir que el Martes me tocaría supervisar la obra. Y eso he hecho. He cogido los planos de las vigas que estaban armando y les he explicado a los trabajadores, en el idioma isnternacional de los signos, cómo tenían que poner las barras. Me he asegurado que las picas que estaban poniendo tenían la estabilidad requerida antes de poner la armadura encima, pero en general, los obreros saben perfectamente cómo hacer su trabajo.

Cuando llegó Senka, me comunican malas noticias en la reunión. El Gobierno aún no ha pagado nada en estos tres meses de construcción de la obra, por lo que para FIDIAS es inviable seguir pagando sueldos, así que va a destinar a más de la mitad de los trabajadores a obras que sean más rentables, como la construcción de un bloque de viviendas, para terminarlo promto, poder venderlas y conseguir liquidación para el balance económico de la empresa. Su teléfono no para de sonar. No entiendo lo que dice, pero por su tono de voz puedo notar un atisbo de tristeza... Creo que ahora mismo está decidiendo quien se queda y quien se va. Yo ya he ofrecido mi ayuda, aunque sea para cavar, cargar o manejar la grúa o la retroexcavadora. 

Después de comer les he pedido hacernos una foto rodos juntos, aunque faltan al menos cinco trabajadores, estos son los nombres de izquierda a derecha y de abajo a arriba: (escritos en Montenegrino)

Ranko
Gojko
Senka (casco rojo)
Njegomir (sombrero militar)
Herardo
Drago (gorra amarilla)
Oliver
Milomirko
Slavko
Vid
Miodrag (sombrero, es gemelo del otro con sombrero, Milorad)
Tomo (camiseta de tirantes, maneja la grúa)
Milorad (el otro gemelo, también con sombrero)
Miroslav
Goran
Todo
Milan (le llaman Roky, arriba sin camiseta)
Dragiša


El enfado de los trabajadores es notable. Nadie quiere que lo transfieran a otra obra, ya que son todos un equipo y viven  en la misma casa, pero es lo que hay... Veremos a ver quién se va y quién se queda.

Hoy 31 de Julio, desde la madrugada ha hecho un viento huracanado. Con este viento se hace aún más peligroso trabajar en altura, sobre todo con las escasas medidas de seguridad que hay. Aún así, la construcción ha seguido normalmente. 

Al final he contado nueve trabajadores que se han quedado, a parte de Ivan, Senka, Nemanja y yo:

Gojko
Drago
Slavko
Vid
Miodrag
Tomo
Milorad
Miroslav
Todo
Y otro que no sale en la foto.

Como Ivan aún no ha vuelto, Senka me ha encargado más órdenes de barras de acero. Me ha dicho, de hecho le ha dicho a Nemanja que me diga, que aunque no nos entendamos, hacemos un muy buen equipo.

El desencofrado del suelo del segundo piso comenzó ayer, día 30 de Julio, apenas once días después de desencofra. Ponen una pica en el centro de cada una de las vigas y en el centro de cada "parcela" de suelo, para que ayude al hormigón a soportar su peso propio. Todo el material que quitan de un piso lo ponen en el de arriba, lógico. Recordáis, antes de echar el hormigón en el suelo, que ponían muchos tubos de plástico grises clavados a los tablones de encofre? Pues ahí está el resultado. Cuando quitan el encofre, un operario se dedica a buscar/intuir dónde están cada de ellos para picar el hornigón y dejarlo como en la foto.


La obra apenas avanza. Desde que se fueron más de la mitad de los obreros la cosa va muy lenta. Entre eso y el calor que viene haciendo desde hace unos días. Los trabajadores han subido la máquina de serrar madera a la planta que están construyendo para que se hagan más rápidos los trabajos de carpintería. 


Me he ofrecido para cavar, martillear, serrar, hormigonar, cortar, mover, trasladar cualquier cosa que sea posible y ayudar, pero me han dicho que no es necesario, que no hace falta... Una pena, porque realmente quiero ayudar y ahora hay bastantes horas muertas, pero nada.

El última día de la semana me dijeron que podía salir a las 14:00 en ligar de a las 17:00 porque no había nada más que hacer. Estuve hablando un rato con Nemanja antes de irme. Me dijo que podríamos ir a la obra a la que se fueron todos los trabajadores para ver como va, que la están terminando. Intentaremos ir el Martes de la semana que viene. 

SEXTA SEMANA: 5/08/2013-09/08/2013

Mi última semana en el trabajo.

El Lunes no huno apenas trabajo, estábamos Ivan, tres trabajadores del acero y yo. Más tarde vino un amigo de Ivan, que es ingeniero civil especializado en hidráulica e hidrología. Me estuvo contando el proyecto en el que estaba trabajando ahora mismo: una carretera que sigue el mismo curso de un río de Montenegro, era muy interesante.

El Martes, después de desayunar, me han llevado a la otra obra, de la que hablé con Nemanja, donde están construyendo dos edificios de viviendas. Cada uno tiene seis plantas. He visto a algunos de los trabajadores que se fueron. Me han presentado a Bojana, la ingeniera jefa de esta obra. La obra empezó a finales de Abril del 2012 y esperan terminarla en un mes. El precio en esta parte de la ciudad es de 1100 euros el metro cuadrado. Aquí también pagan con pisos, por ejemplo, a la empresa que ha realizado los trabajos geotécnicos y de movimiento de tierras le han dado un piso. 



Aquí unos planos del proyecto



Cada una de las seis plantas tiene cinco apartamentos, un total de treinta apartamentos cada edificio, sesenta en total. Cada uno de esos apartamentos tiene, aproximadamente, 50,75,90,100 y 110 metros cuadrados, una media de 85, que a 1100 euros el metro sale un total de 5.610.000€. Lo que no he preguntado ha sido el presupuesto total de la obra para saber los beneficios. 

Me han endeñado la 5ª y 6ª planta, la planta principal y el garage.

Vistas desde la sexta planta




Tejado


Límite entre los dos edificios


Acopio de algunos materiales



Hueco del ascensor y detalle de la polea




Pasillo común de la 6ª planta


Uno de los apartamentos (si alguien está interesado en comprar alguno que me llame, que me llevo comisión)


El garaje (Vid estaba muy interesado en que hiciera muchas fotos del garage, ya que lo había hecho él y su grupo) va a tener capacidad para 83-84 plazas, y estas plazas se venden por separado, así que parece una obra bastante rentable.




Futura entrada al garaje


De vuelta al centro de transfusión de sangre, han traído a algunos trabajadores más para colocar la armadura a los pilares del voladizo, pero sólo estarán hoy. 


El resto de ellos siguen con el encofrado de las vigas de la tercera planta.

Después de poner la armadura en los pilares, han hecho el encofre y, acto seguido, el camión hormigonera ha llegado para verter el hornigón.



Al día siguiente, los trabajadores siguen con el trabajo de carpintería para poner las armaduras de más vigas. Me han vuelto a encargar más órdenes de barras de acero. También he ayudado a hacer una recapitulación de todo el acero utilizado hasta ahora. Hacen esto para justificar al inversor los materiales que han puesto en la obra y, ya de paso, a ver si consiguen que les paguen.

Hemos vuelto a utilizar el nivelador topográfico para comprobar que los pilares del voladizo tenían la altura que tenían que tener. Esta vez no ha habido ningún problema y el vertido del hormigón lo hicieron correctamente.

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