Realmente fue un cumpleaños muy feliz. El día de antes fuimos a comprar todo lo necesario para hacer tortilla de patatas y paella. En un principio íbamos a hacer gazpacho y paella, pero aquí no suelen tener batidora ni mucho menos Thermomix, así que al final nos decantamos por la tortilla. Lo único que dejamos para el día siguiente fue el pescado, gambas, calamar y demás comida del mar.
Cuando salí del trabajo fui a descansar un rato a mi casa y al pasar por el centro comercial compré unas gambas, 16.95€/Kg, dos calamares, 12.95€/Kg, y una bandeja que tenían para hacer caldo de pescado con cabezas y raspas de salmón a 4.95€ la bandeja. No pude encontrar mejillones ni almejas ni nada similar con conchas.
Después de descansar fui a casa de Darko a cocinar. Estábamos Darko, Marina (su hermana) y Katja (un amiga bosnia de IAESTE de su hermana que estuvo en Motril en unas prácticas y sabía bastante español). Los puse a todos de pinche a cortar cebollas, pimientos, patatas, la sepia, ajo... Más tarde llegaron Stephabie, Jelena (la novia de Darko) y el hermano de Darko (cuyo nombre no recuerdo). Los útiles de cocinar no eran los mejores del mundo, pero aún así salió una tortilla de patatas y una paella bastante decentes.
Sobraron caldo de pescado y más cosas para hacer la paella, así que, como éramos 8 personas, y esta gente come más que un regimiento, metimos en el horno otra paella y, de hecho, salió mejor que la primera. Fue una cena muy agradable e internacional, aderezada con vino blanco y tinto hechos por Darko, cerveza y Rakija casero de manzanas traído como regalo desde Bosnia.
En la sobremesa estuve hablando en español con Katja y, mientras tanto y sin que yo me diera cuenta, Marina bajó a comprarme una tarta de queso por mi cumpleaños (habíamos estado hablando de lo que me gusta cocinar, que la tarta de queso me gusta mucho y que mis amigos, después de probar mi tarta no quieren volver a pedirla en un restaurante). Cuando Marina apareció, apagaron las luces y todos empezaron a cantar cumpleaños feliz.
Marina me dijo que puso el número uno porque era el primer cumpleaños que pasaba en Montenegro y que a ninguno le importaría que fuesen más. Me gustó mucho ese detalle :)
Darko tuvo que irse a hablar con un cliente justo antes de la segunda paella, así que se perdió todo lo que vino después.
Estuvimos charlando, comiendo tarta, bebiendo Rakija hasta que me dijeron que nos íbamos de allí a tomar unas cervezas. Fuimos Katja, Marina y yo. Allí se nos uniría Darko. Fuimos a un bar situado en los pies de la colina Gorica, rodeado de árboles, sin mosquitos y con buena música chill-out en el que nos esperaban dos amigas de Marina, un amigo de Darko con el que había jugado al fútbol y su novia. Allí probé por primera vez cerveza de barril oscura de la marca Niksicko. Estaba realmente buena. Tan buena que repetí. Me gusta más que la rubia de la misma marca. Tiene más cuerpo y más sabor. Después de las cervezas Marina me llevó a casa en el coche con Darko y Katja. Nos despedimos hasta el Jueves, que iríamos a un concierto gratis de una banda de Belgrado que solo tocan canciones de los Beatles.
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